El 25 de diciembre del 2018 Luis Banck Serrato, entonces Jefe de la Oficina del Gobierno de Martha Érika, exigió casi a gritos una ardua y transparente investigación por el desplome del helicóptero en donde viajaban sus patronos.

Con su discurso incendiario incitó a los presentes a gritar “asesinos”, mensaje que puntualmente anotó la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero.

Banck estaba herido porque sabía que no le deparaban tiempos favorables.

Y como no estar herido, si ya se sentía heredero del trono que le dejarían en 2024 los corruptos ex gobernadores Rafael y Martha Érika.

Hoy a más de un año de esos hechos, Luis Banck no tolera que señalen los actos de corrupción en los que incurrió su gobierno.

Como puede se defiende, pero curiosamente calló tras la demoledora declaración del gobernador Miguel Barbosa, quien dijo que habían varios expedientes que son investigados de lo que fue el gobierno de Banck.

El silencio sepulcral se escuchó en plena “cuarentena” porque lo que viene para el ex alcalde es evidente...

Dicen que podría ser el próximo vecino de Eukid en el penal de San Miguel.