El ex alcalde de Puebla Luis Banck Serrato, ha recurrido a los más diversos personajes para evitar la acción de la justicia en el gobierno de la 4T.
Su más reciente pifia es el pedir ayuda al ex gobernador de Chiapas Juan Sabines, amigo del actual gobernador de Puebla Miguel Barbosa.
Sabines y Barbosa son amigos porque el hoy mandatario poblano fue delegado del CEN en Chiapas por el PRD, y desde ahí nació una amistad.
Esa relación la quiere aprovechar Banck, quien pasó de la gloria al infierno tras la muerte de los ex gobernadores Moreno Valle.
Incluso me cuentan que Banck ya vendió su casa y decidió radicar en los Estados Unidos tras la serie
de acusaciones por corrupción y desvío de recursos con empresas fantasmas.
Hoy el sueño de Banck, depende de un personaje al que le robó la elección.
Hoy la paz de Banck (y no precisamente la de navidad), depende del señor al que le robó la elección.
Banck se encuentra en desgracia y vive en un infierno nada envidiable.