Fue el Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, quien dio una cátedra de moral a aquellos diputados libertinos que pretenden despenalizar el aborto.
Incluso les recordó que él había bautizado a varios de sus hijos. Todos los “levantadedos” callaron.
Es tan delicado este tema en una entidad moralista, que por eso los diputados no han avanzado para liberar la conducta de quienes desean interrumpir su embarazo.
Sin embargo, vale la pena preguntarse en qué categoría quedarán inscritas aquellas personas que abortaron hace tiempo, mucho antes de discutirse la aprobación de dicha ley.
¿Simplemente serán asesinos?.
Por cierto: los legisladores enmudecieron tras el regaño público que les dio el arzobispo poblano, a quien buscan afanosamente cuando desean exhibir su falsa plétora religiosa y tomarse fotos que buscan redimirlos ante una sociedad a la que le urge una reivindicación moral.