El menor se encontraba jugando con su hermano en su casa ubicada en el condado Lake Como, en Orlando el domingo 4 de agosto, cuando decidieron continuar con su recreo en la sala de lavado. Allí, uno de ellos entró al electrodoméstico.
Las autoridades desconocen si cuando estaba dentro él cerró la puerta circular del frente, o fue su hermano. Lo cierto es que el niño quedó al interior sin ninguna manera de salir.
Horas después sus padres lo encontraron y llamaron a servicios de emergencia. Los paramédicos intentaron darle reanimación cardiopulmonar, pero no reaccionó. Posteriormente fue llevado al Arnold Palmer Hospital, en donde fue declarado muerto, indicó el Departamento de Policía de Orlando.
Aunque todo señala que fue un accidente, las autoridades han realizado investigaciones sobre lo sucedido, ya que hay muy poca información. Incluso se desconocen las horas que el pequeño pasó encerrado en la lavadora.
Quienes han hecho comentarios son las autoridades, que insisten a los padres en tomar medidas necesarias de prevención para evitar este tipo de accidentes.
"También les pedimos a los padres que hablen con sus hijos y les enseñen que las lavadoras, secadoras y otros electrodomésticos no son juguetes y no deben jugarse con ellos", dijo Cory Burkarth del Departamento de Policía de Orlando.
El mismo año en la comunidad Los Toneles en San Juan, Argentina un menor de cinco años fue encontrado muerto al interior de una lavadora.
Un par de días antes el niño había sido reportado como desaparecido, y hasta después de una exhaustiva búsqueda en la que participaron sus vecinos, oficiales y familiares, encontraron al menor en muerto en el cuarto de lavado.
En esa ocasión el aparato tenía la puerta en la parte superior. El pequeño estaba jugando arriba cuando la tapa se abrió y él cayó en el interior. Sufrió un fuerte golpe en con as rodillas en el estómago, que le quitó el aire.