Un personaje que quiere pasar desapercibido a todas luces es el Director de Planeación y Evaluacion del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) del gobierno federal, Gustavo Guzmán Fernández.

El último director del Capcee de los gobiernos panistas, quien pasó de cobrar los moches a contratistas y proveedores, a Director del organismo encargado de construir, rehabilitar y equipar los espacios educativos de la entidad poblana, hoy se refugia en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Paradójicamente, Gustavo encontró acomodo en el gobierno de la 4T, mientras el gobierno de Puebla investiga los actos de corrupción que cometió durante su paso por el Capcee.

Y es que Gustavo conoce perfectamente quién ordenó pagar los 173 millones de pesos por la supuesta construcción y rehabilitación de 162 escuelas que no registraron intervenciones o simplemente no fueron construidas.

El escándalo es de pronóstico reservado y varios ex funcionarios tienen responsabilidad.

Aún se escuchan reclamos de contratistas a los que Gustavo les quitaba las obras para dárselas a sus incondicionales.

También se escuchan comentarios de cuando Gustavo recomendaba a todo tipo de proveedores que le daban su moche.

¿Qué dirá AMLO ahora que se entere que investigan por corrupción a uno de sus funcionarios?.

¿Qué dirá Barbosa ahora que se entere que el gobierno de AMLO cobija a quien cometió delitos durante los gobiernos panistas?.