El gobernador de Puebla Alejandro Armenta, es un político muy bien informado. Más, mucho más de lo que todos creen.
Por eso conoce quiénes son sus aliados a prueba de ácido, quiénes están por conveniencia, quiénes patalean para conspirar y quiénes filtran información porque así conviene a sus intereses.
En los gobiernos del pasado reciente, el perverso modelo de la filtración de información imperó para enviar amenazas a través de los medios de comunicación adictos al poder.
Funcionarios, empresarios y pseudo empresarios, generaban desinformación para defender sus perversas acciones y encubrir la corrupción en la que participaban.
Muchos fundaron libelos electrónicos para defender lo que creían lícito, cuando a todas luces era y es producto del delito.
Armenta es un político maduro que observa y analiza a cada actor, como gobernador ha sido tolerante, por eso se equivocan quienes a través de filtraciones de desinformación y chismes tratan de influir en las decisiones del gobierno.
Armenta tiene en su escritorio lo que cada uno ha cometido y se ha comido, en el sentido figurado, no carnal.
No ha utilizado a ningún medio para enviar mensajes porque para él primero es el diálogo y la ley. El tema mediático no lo distrae.
Por cierto: el mandatario se rige por un principio natural: nadie por encima de la ley. Por eso el despido de corruptos personajes que vieron a la Fiscalía como un ente para lucrar y no para procurar la ley.
Armenta es tolerante pero no encubrirá el abuso ni la corrupción, al tiempo.
