La salida de Karen Berlanga como titular de la Secretaría de la Función Pública puso a temblar a varios ex funcionarios panistas que fueron protegidos por la misma Berlanga.
Pero también a los ex funcionarios del gobierno de Guillermo Pacheco Pulido que abusaron del mismo presupuesto, como los Estefan, los Peniche, los Crisanto o los Hernández Davy, verdaderos depredadores del erario.
Amiga de muchos hombres de poder, Karen se vio entrampada porque varios ex funcionarios son sus conocidos y amigos y por ello detectaron en el gobierno de la 4T un posible conflicto de interés.
Karen tuvo mucho tiempo para entregar irregularidades y no lo hizo. Guardó lealtades como una verdadera mujer de Estado, institucional, si, al servicio de sus amigos y ex jefes.
El gobierno de Miguel Barbosa necesita fundamentar perfectamente las acusaciones por corrupción de los ex funcionarios panistas e interinos para demostrar de una buena vez que el combate a la corrupción es una realidad y no quimeras.
La impunidad, compadrazgos, amiguismo y todo lo que huela a corrupción, Hasta seis meses eran el verdadero estilo de vida de la cleptocracia.