No hay duda, que los fantasmas rondan en Palacio Nacional y es que, con la aprehensión del dueño de Altos Hornos de México y la orden de aprehensión contra el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, queda claro que el caso Odebrecht, aquel que cimbró a todo el continente, hoy le genera fantasmas al expresidente de México, Enrique Peña Nieto.
Para nadie es un secreto que Lozoya Austin fue el protegido de sexenio peñista, pues a través de una de las trasnacionales más importantes como lo es Petróleos Mexicanos, no hay duda que fue la caja chica de políticos y empresarios nacionales y extranjeros.
Hay que recordar, que a Emilio Lozoya lo denunciaron por hacer percibido mas de 10 millones de dólares en sobornos por parte de la empresa brasileña, además, se otorgaron millonarias concesiones a dicha empresa, mismas que permitieron el lavado de dinero, conflicto de interés y la gran corrupción dentro de PEMEX.
Hay que recordar el discurso del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, pues en su momento, el líder del ejecutivo nacional lanzó una advertencia contra todos aquellos funcionarios inmiscuidos en corrupción y donde no se toleraría dicha práctica, misma que se pagaría con cárcel.
El abogado de Lozoya, ya habló de este caso y dijo que era un acto arbitrario el que se estaba encausando en contra del ex director de Pemex, pero dejó claro que el expresidente Enrique Peña Nieto de ser necesario, será llamado a comparecer y declarar sobre estos casos de corrupción durante su mandato.
¿Acaso el ex mandatario tendría que estar nervioso por la inminente caída de unos de sus ex colaboradores más cercanos? ¿Osorio Chong y Videgaray serán también llamados a declarar? ¿Cuáles serán las negociaciones políticas para que más ex funcionarios no sean perseguidos por la FGR?
La moneda está en el aire y en la política mexicana, todo puede pasar.