La cuarta ciudad más importante de México gobernada por Claudia Rivera, no solo es blanco de la inseguridad y corrupción.
También se ha convertido en el paraíso para promover los giros negros en donde hay delitos como trata de blancas, privación ilegal de la libertad, venta de drogas, delincuencia organizada, asociación delictuosa y alcohol adulterado entre otros.
La otrora activista social Claudia Rivera, parece no querer enfrentarse a la mafia de los giros negros por una sencilla razón: le representan 2 millones de pesos mensuales en efectivo que son recolectados por su director de Giros Comerciales.
A Claudia Rivera no le molesta o incomoda que se anuncie que Puebla es un gran burdel. No. Su gobierno es complaciente como lo demuestran las imágenes.
Hay quien se atreve a interpretar la complacencia de la alcaldesa con los giros negros porque generan empleos e inversión.
Y reportan envidiables ganancias.
Lo cierto es que esos giros comerciales generan inseguridad y es ahí donde la alcaldesa se atrapa porque hasta hoy, le queda grande el reto.
Si Claudia es diferente a lo que tanto criticó, la invito a que se comprometa para anunciar en qué tiempo estarán clausurados definitivamente los giros negros que dejan dinero sucio.