Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón son dos personajes que se comparten el poder.
Son hermanos, cómplices y quieren la silla presidencial del 2018. Tienen un matrimonio eterno.
Desde que Calderón era dirigente nacional del PAN, López Obrador gustaba servirle como acompañante para fortalecer esa complicidad eterna.
Ambos han recibido de México los más diversos beneficios y canongías.
Son iguales de oportunistas, cínicos y ventajosos, pero están dispuestos a pactar con el diablo para conseguir sus intereses.
El Peje un ser que ha tenido todo tipo de experiencias dentro de su incongruencia política.
Casi todas han sido derrotas porque la sociedad conoce su doble moral y falta de seriedad.
Sus constantes tropiezos han generado todo tipo de locuras como la reciente, en donde prácticamente amenaza a los partidos de izquierda que no declinen por su candidata a gobernadora de la Ciudad de México.
Algo se siente en el ambiente político que muchos juran que solo un milagro podrá salvar al PRI de perder
Empleados de Pemex cómplices de los huachicoleros.
Nadie lo sabe y tampoco lo cuentan pero los empleados de Pemex son los últimos en llegar cuando ocurre una fuga de combustible sustraído ilícitamente.
Y es que a los empleados de la paraestatal no les conviene llegar de inmediato porque sus intereses están de por medio, toda vez que son los responsables de haber capacitado a los delincuentes para robar la gasolina.
Si: los empleados de Pemex vendieron y entregaron planos de los ductos por donde pasan los combustibles y por eso al crimen organizado se le facilita ubicarlos.
¿Cuánto recibirán mensualmente los mismos empleados de Pemex que capacitaron al crimen organizado?.
Es pregunta.
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