Y los liderazgos del partido guinda saben que solo con el senador Alejandro Armenta, podrán hacer frente a un candidato fuerte y con alto potencial de voto en Puebla capital y la zona metropolitana como lo es Eduardo Rivera.
Por eso no es fortuita la renuncia de Armenta al Senado de México, toda vez que en próximos días habrá de recorrer diversas colonias, juntas auxiliares, unidades habitacionales y municipios para llevar el mensaje de Claudia Sheinbaum.
Armenta sabe el compromiso que tiene con AMLO y Sheinbaum y por ello no se duerme ante un PAN que históricamente ha sido una marca política importante en Puebla.
El resto de los candidatos de Morena poco podrían hacer si los mandan a competir contra Eduardo Rivera, porque significaría la crónica de una derrota anunciada.
Falta poco, muy poco para conocer el
nombre de quien gobernará Puebla del 2024 al 2030 y parece que los dos finalistas se conocen perfectamente.
Por cierto: ambos no deben distraerse porque solo ellos serán los que aparezcan en las boletas rumbo a la gubernatura de Puebla.