Recuperándose de la variante Ómicron, el Auditor de Puebla, Francisco Romero Serrano asegura que no espera atentados hacia su persona, a pesar de ser un perseguido político.

Romero Serrano y el abogado chiapaneco Florencio Madariaga, fueron hasta hace un año, los hombres en quienes Miguel Barbosa depositó toda su confianza para perseguir y encarcelar a quienes cometieron todo tipo de abusos con recursos públicos.

Ambos sumaron tantos enemigos por hacer su trabajo y ahora, paradójicamente son perseguidos…

Madariaga ya no está en Puebla, fue despedido por el gobernador Barbosa y Romero Serrano sigue al frente de la Auditoría Superior del Estado (ASE), librando varias batallas contra los demonios.

El primero negociaba la ley y al segundo lo quieren despojar a como dé lugar de la posición privilegiada que le dio el Poder Legislativo.

Los dos cosecharon enemigos por su trabajo y el mismo Madariaga confesó a este columnista temer por su vida por los excesos en los que incurría para perseguir e inventar delitos a ex servidores públicos.

Tanto era su miedo, que temía comer en lugares públicos para evitar ser víctima de un atentado.

Francisco Romero ve el mundo de otra forma y por ser oriundo de Puebla acude a cualquier lugar a desayunar o comer y en varias reuniones se ha enterado que la titular de la Función Pública también lo quiere perjudicar porque supuestamente no cumple con el requerimiento de la investigación.

Y es ahí cuando el Auditor recuerda que hay un delito que se llama obstrucción de la justicia…

Francisco Romero ha cumplido. “No nos pueden acusar de omisos ni opacidad en el cumplimiento de mis funciones. El tema va tomando alcances federales...”

A sus detractores los exhibe con delicadeza: “en la Auditoría Forense están las costas de todo lo que se ha investigado, denuncias, pero no lo quieren leer, la Unidad Especializada en Detección de Fraudes trabaja para darle justicia a los poblanos, porque ese es la principal obligación de la ASE, obligar a que la transparencia y rendición de cuentas sea una constante”.