La peor crisis que ha enfrentado el gobierno de Miguel Barbosa en sus 30 meses de gobierno, es la originada por la ingobernabilidad y corrupción que hay en el Cereso de Puebla.
Aquellos sujetos que planearon desprestigiar al gobierno barbosista lo lograron y lo pusieron en jaque, mostrando la brutal corrupción enquistada en el sistema penitenciario y policial.
No se sabe hasta dónde irá a parar este desafío que le hacen al mandatario poblano, mucho menos si habrá violencia, lo cierto es que los responsables tienen nombre y apellido y uno de sus jefes intelectuales despacha como notario en el estado de Chiapas.
Muy caro tendrán que pagar su osadía porque en estos momentos ya hay declaraciones judiciales que comprometerán a los autores intelectuales de este golpe bajo que recibe el Barbosismo.
Y para muestra de la campaña de desprestigio en contra de Miguel Barbosa, va una anécdota que ayer viví personalmente:
La mañana de ayer recibí una llamada telefónica del número 5256 3032 3991.
Eran las 11:26 horas cuando una voz masculina se identificó y me comunicó con otro sujeto.
Palabras más, palabras menos, me dijo que era un jefe de plaza que había pactado con el gobernador para brindarle seguridad a los poblanos.
Cuando escuché la frase “jefe de plaza”, de inmediato le dije: “voy a grabar la conversación para que te detecten por satélite” y que cuelga al mismo tiempo.
Me parece que esto es parte de la campaña negra para enlodar el nombre de Miguel Barbosa.
No soy su vocero ni comunicador oficial; mucho menos su palero, pero en este medio siempre emitimos comentarios sin sesgo y transparentes que consideramos de interés público.