El ex director de PEMEX y delincuente confeso, Emilio Lozoya Austin, ordenó pagar por el complejo chatarra que compró PEMEX a Agro Nitrogenados, 275 millones de dólares, lo que representa quizá el caso más escandaloso de corrupción que involucra al hoy preso.

Ayer Lozoya recibió un nuevo auto de prisión preventiva por el escandaloso caso de corrupción que cometió al adquirir durante el tiempo que estuvo al frente de PEMEX, una empresa inservible que estaba valuada en escasos 20 millones de dólares.

El también ex propietario es Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México, empresa que le fue entregada por Carlos Salinas de Gortari quien durante su gobierno privatizó 250 empresas paraestatales. Hay quienes dicen que todos son sus prestanombres.

En sus declaraciones ante la Fiscalía General de la República, Lozoya asegura que fue el ex presidente Enrique Peña Nieto y el ex secretario de Hacienda Luis Videgaray, quienes lo obligaron a comprar esa chatarra que ocasionó un grave daño a la paraestatal y a México.

Esta nueva orden de prisión preventiva se da en un momento clave y que mucho le servirá al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Lozoya representa al ser más inmoral y ruin como funcionario público, porque cometió todo tipo de delitos para saciar su hambre de dinero fácil.

Extorsionó, chantajeó, hizo uso de recursos de procedencia ilícita, dañó el patrimonio del Estado y se apoderó con prestanombres de diversas empresas a las que asfixió no pagándoles y después se ofreció a rescatar con ”inversionistas” que son sus prestanombres.

Así operaba este delincuente que busca pagar con 3.5 millones de dólares los múltiples delitos que cometió.

Ese dinero no es ni una centésima de lo que robó desde su cargo, en otro delito que cometió como lo es abuso de poder.