El presidente Andrés Manuel López Obrador es uno de los principales activos que tiene Morena para retener el poder en el 2024.

Indudablemente también lo son los líderes regionales que le representan triunfos seguros y votos como lo hicieron en el 2018.

Y AMLO los tiene perfectamente detectados, pues son quienes le sumarán votos para el triunfo del 2024.

El presidente López Obrador no correrá riesgos porque se jugará su retiro político y además debe evitar a toda costa ser perseguido si su partido pierde la elección presidencial.

Repito: por eso su activismo en diversas entidades no es casual, va enfocado primero en el 2022 y después en la elección presidencial, su proyecto de vida verdadero.

Las giras que ha hecho en las entidades arreciarán por la consulta para la revocación de mandato, en el que el principal actor será él.

López Obrador es un hombre que se apega a la congruencia, por ello se desmarca de personajes que deshonraron su confianza, como Julio Scherer, César Yáñez y pronto el titular de Comunicaciones Jorge Arganis Díaz Leal.

Ni qué decir de Manuel Bartlett, el político camaleónico cuya esposa Julia Abdala, es señalada de llevarse miles de millones de pesos a paraísos fiscales.

AMLO no está dispuesto a ser señalado por los abusos y tentaciones en las que han incurrido sus ex colaboradores y por ello su gobierno impulsa la transparencia y rendición de cuentas.

Y se prepara para iniciar una cruzada para medir si el aplausómetro le beneficia.