Varios son los políticos cuya carrera se encuentra sumida en el desprestigio, el escándalo o de plano en declive.

Unos tienen aspiraciones pero las circunstancias les son adversas.

Otros han demostrado su voracidad cuando desempeñan un cargo público o de representación popular.

En todo el país la lista la encabeza desde hace mucho Enrique Peña Nieto, a quien no solo le gusta encubrir la corrupción de su esposa, sino lastimar la economía de millones de mexicanos con sus gazolinazos.

En Puebla también hay corruptos y cínicos como el excalcalde Eduardo Rivera Pérez, cuyo desfalco al erario ha sido revelado por los diputados.

Eduardo Rivera se entregó decenas de permisos para gasolineras, exigía el 10 por ciento a contratistas y solapaba la trata de blancas en los antros que protegía.

Otro personaje en desgracia es el ex gobernador Mario Marín Torres, quien fue fundamental para la derrota de su candidata Blanca Alcalá.

Todos conocen al "Ojitos de japonés", quien al parecer tendrá una eterna muerte política y el repudio social por tanta corrupción y abuso que hizo.

Los apestados políticos son ex funcionarios marinistas que cargan en automático la mala fama que Mario Marín les da.

A todos, Marín les dio poder y licencia para robar, pero también los marcó como seres corruptos amantes del dinero público.

A la lista de políticos en desgracia sume usted querido lector al presidente estatal del PRI, Jorge Estefan Chidiac, cuyos compañeros de partido exigen su renuncia por los pésimos resultados obtenidos en la elección del 2018.

Y por último, al edil de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, quien es un ser que adora la traición para llenar sus ambiciones personales y económicas.

Del Niño Naranja ya hemos dado cuenta de su escandalosa corrupción.

Fiel a su estilo, un día es verde, otro amarillo, otro azul, otro naranja y multicolor con tal de saciar sus intereses.

Pero también al líder municipal del tricolor José Chedraui Budib, un ferviente crítico del gobierno pero más amante de los negocios que le dan desde el poder .

Sobra decir que le queda grande el papel de presidente del PRI en la capital, porque es un verdadero desconocedor de los grupos políticos .

¡¡¡Feliz Año!!!!

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