Por las mujeres radicales que aventaron bombas y quemaron las puertas de diversos inmuebles, el movimiento feminista del 9M denominado “Ni Una Más”, resultó un éxito total al haber mostrado la capacidad de organización y fuerza para manifestarse en masas.
Avenidas importantes, centros comerciales, edificios y áreas públicas estaban totalmente desoladas, retratando perfectamente la protesta de las féminas.
Aún no se calculan las pérdidas que registraron todo tipo de negocios en un solo día en donde las mujeres no salieron a gastar un solo peso.
Me parece oportuno que todos hagamos lo que nos corresponde: los gobiernos que brinden mayor seguridad a las ciudadanas, sin que se vea como un favor; los legisladores que propongan penas muy severas a quienes las violentan y los jueces que no se dejen comprar por los delincuentes para darles absoluta certeza jurídica.
Hoy por hoy, la fuerza de la mujer es indiscutible y cientos de ellas han escalado altos niveles en diversas áreas públicas y privadas.
Merecen que los hombres las respaldemos y que ellas mismas clamen también justicia cuando una de ellas lastime sus intereses.
Sí: que exijan todo el peso de la ley incluso contra las que violentan su vida sin ningún motivo.
En general me quedo con lo positivo de esta manifestación que dejará un gran precedente en la historia moderna de México y el mundo.