El priísta Enrique Doger Guerrero y su prestanombres Ignacio Velazco, diputado federal por Morena, son los responsables de los actos delictivos en los que incurre de manera constante su empleado en el panfleto Cambio el seudoperiodista Arturo Rueda.
Por tratar de conseguir dinero fácil producto de la extorsión, el sensacionalismo, la mentira y el engaño; Doger y Mier han permitido al pseudoperiodista cometer desde extorsiones hasta calumnias y burlas en contra de personas que han sido asesinadas.
Su víctima más reciente es la alcaldesa del municipio de San Andrés Cholula, Karina Pérez Popoca, a quien el seudoperiodista no pudo obligarla a firmar un convenio de publicidad y tampoco obtener diversas canonjías mismas que fueron y han sido denunciadas por la valiente servidora pública.
No es la primera vez que este sujeto se ve involucrado en actos delictivos, pero el fondo del asunto y en el que todos deben poner atención es que Doger y Mier le solapan esos actos delictivos porque lo mandan a cometerlos.
Y si no es cierto entonces ¿por qué no lo corrieron cuando extorsionó al priísta Jorge Estefan Chidiac?. Eso es una prueba contundente del perverso contubernio que tienen ambos con su empleado el pseudoperiodista.
Por cierto: desde este espacio le hago un llamado a la FGE para que investigue y ejercite acción penal en contra de este peligroso delincuente considerado un verdadero psociópata , por su forma de comportarse de manera pública al exhibirse en fotografías semidesnudo, por el odio que fomenta en sus redes sociales y por lo que publica en el panfleto Cambio.