El Decreto publicado en el Periódico Oficial del Gobierno de Puebla, en el sentido de que es obligatorio el uso de cubre boca en los lugares públicos y muy concurridos, traerá enormes beneficios a los poblanos.
No se trata de una imposición, sino de una acción que conlleva a resguardar la salud de los ciudadanos.
Y es que por increíble que sea, varios sujetos inconscientes pasean libremente por las calles, sin el menor rubor ni protección hacia sus semejantes.
En lo personal, creo que el Estado debe aplicar medidas y sanciones más rígidas a quienes desobedezcan la ley.
Trabajos comunitarios y arresto de varias horas sería una primera propuesta, pero aquellos personajes similares al México de 1890 y 1900, merecen ser sancionados económicamente para que les duela la bolsa y solo así obedezcan la ley.
En países donde la ley es muy rígida no hay ciudadanos por las calles cargados de ese desaseo mental que perjudica a millones de ciudadanos.
Hoy es necesario y obligatorio obedecer las políticas de sanidad que solo buscan el beneficio colectivo, quien no lo entienda no merece vivir en poblaciones civilizadas.
Por cierto: el castigo económico debe ser ejemplar para que aquellos sujetos no jueguen ni pongan en peligro la vida de millones de personas.