La pandemia ha sido una experiencia fuerte, dolorosa, amarga y muy triste, que ha dejado a su paso diferentes actitudes frente a esta crisis sanitaria mundial, pero de alguna manera especial ha perjudicado a los más pobres, a los vulnerables, asintió Tomás López Durán, obispo auxiliar de Puebla.
Durante la misa dominical de este domingo, el prelado reconoció que como Iglesia, todos deben batallar para combatir ese virus que ha puesto de rodillas a todo mundo, pero también contra todo lo que ha emergido de esta pandemia, en donde tanta gente sufre, lo que significa, que primero el egoísmo de la gente, la falta de compromiso social, la carencia de justicia, de paz y de respeto, lo que ha sobresalido en este caos mundial, tal y como lo resaltó el Papa en la Encíclica del pasado 20 de este mes.
Pero ante esta adversidad, dijo el representante de la Iglesia Católica en Puebla, “nosotros debemos salir de esta pandemia, no igual de como entramos, sino fortalecidos en espíritu de justicia, igualdad y solidaridad con el hermano más necesitado”.
“Jesús hizo lo mismo, siendo rico se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza, y por eso se acercó a todos, a los enfermos, a los necesitados, a los desprotegidos”, explicó el Obispo Auxiliar.
Y recordó a los presentes en la homilía que a Jesús cuando actuó de esa forma, en muchas ocasiones lo trataron como una persona impura, porque tenía un contacto cercano con los enfermos, con los pecadores, pero Jesús, agregó, continuó con su misión porque a eso había venido al mundo.
Es por eso que insistió en que ahora los feligreses y la sociedad en general, con ese mismo ejemplo, los que deben seguir ese mismo camino, pues puntualizó que la grandeza del corazón del hombre está, precisamente, en amar a Dios y en amar al prójimo, y no por ello debemos avergonzarnos, mucho menos hacernos a un lado en la necesidad del prójimo, pues Jesús mismo siendo Dios Todo Poderoso, trabajo con un artesano.
Para dejar en claro el mensaje que Dios da en momentos de crisis como la que se está viviendo en estos momentos en todo el mundo, Tomás López Durán recordó también que en medio de esas adversidades se sigue construyendo ese reino de paz y justicia en el corazón de cada uno de los hombres, sobre todo en los hábitos de cada uno de ellos, donde la oscuridad de la injusticia se ha apoderado de la visión del hombre y lo ha enceguecido.
Por lo que insistió en que todos deben abrir esos ojos y descubrir que en esos pobres, enfermos y personas vulnerables, está Jesús esperándolos para que cumpla con el proyecto de Dios.
“Busquemos vivir esta experiencia con la fe en alto y siempre buscando a Dios y haciendo una preferencia por los pobres y los más vulnerables”, finalizó.