Las acciones realizadas por el gobierno de Tony Gali en coordinación con el Ejército y Pemex, confirman que varios ediles del llamado Triángulo Rojo, forman parte de la delincuencia organizada que roba hidrocarburos.
Ha sido brutal el daño al patrimonial que la delincuencia organizada ha hecho a uno de los tesoros de México, que a su vez ha sido robado por los presidentes en turno.
El claro ejemplo del cinismo y corrupción lo representa el alcalde de Palmar de Bravo, Pablo Morales Ugalde, quien protege a los huachicoleros y compra gasolina robada para venderla en su gasolinería que fue por cierto clausurada ayer.
O el del alcalde de Atzizintla, Israel Velázquez Reyes, preso por proteger a a la banda de los Bucanans dedicados al robo de gasolina y el secuestro.
Y por eso es admirable que gobernantes como Gali, no permitan que los mismos alcaldes ni nadie, sigan fomentando temor, violencia y delincuencia.
¿Cuántos ex alcaldes, ex funcionarios, ex diputados, policías y ex gobernadores deberían ir a prisión por no haber querido combatir el robo de hidrocarburos?.
¿Cuántos de sus conocidos fueron sus protegidos y son hasta sus compadres?.
Me parece que la clausura de seis gasolineras que vendían combustible robado es un buen inicio, pero las autoridades deben encarcelar a los socios de esas empresas y a quienes están involucrados.
Solo así, quitándoles sus negocios y dinero mal habido entenderán que la fuerza y el poder del Estado es superior a sus gatilleros.
Felicidades pues porque hay que reconocer cuando la delincuencia sufre golpes espectaculares.
CONTACTANOS
22-25-63-31-33
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.