AMLO fue muy puntual en pedir a Sergio Céspedes que evitara contratar alguien como Ardelio Vargas, considerado uno de los jefes policiacos cercanos a Genaro García Luna, el más alto jefe policiaco df los gobiernos panistas acusado por proteger al cártel de Sinaloa.
Alguien no midió en el gobierno de Céspedes el efecto que causaría contratar a Ardelio Vargas, quien trabajó como espía de Rafael Moreno Valle, asesor con Miguel Barbosa y se perfilaba como el secretario de Gobernación de Céspedes.
Ardelio representa lo más rancio de la maldad en los cuerpos policiacos y afortunadamente AMLO le quitó de encima a los poblanos a un represor y potencial delincuente.
Y ya que hablamos de delincuentes, el presidente Andrés Manuel López Obrador no está informado que varios operadores políticos que ayudaron a robarle la elección, han sido liberados o gozan de canongías diversas en los penales en donde duermen.
A AMLO le han ocultado la política que se utiliza para liberar a quienes se consideran también perseguidos políticos.