Por increíble que parezca, fue la propia Olivia, la que pareció provocar a la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco.
El motivo: la marcha a la que convocó el gobernador Miguel Barbosa y a la que Claudia se negó a ir.
El caso es que ambas quieren ser candidatas a la alcaldía de Puebla.
Una, Claudia, ya fue alcaldesa y perdió la reelección en el 2021 entre escándalos de corrupción y otra, Olivia, es mencionada entre las corcholatas estatales para un cargo de elección popular, pero su verdadero objetivo es la alcaldía.
Claudia se siente segura de obtener nuevamente la candidatura a la alcaldía de Puebla, y por eso irónicamente presume su cercanía con AMLO.
Olivia sabe que tiene el apoyo del gobernador Miguel Barbosa, cuya cuota política tendrá, al igual que diputaciones y alcaldías.
Lo inexplicable, es que mientras unos tratan de realizar la operación cicatriz en Morena y fomentar la unidad, ellas no miden las consecuencias de liarse en una guerra desde muy temprano.
Por cierto: las dos en un momento fueron seguidoras y aliadas de Rafael Moreno Valle.
Claudia fue a pactar desde antes del 14 de octubre del 2018 con Marrha Érika y Olivia borró todas sus huellas en redes sociales del apoyo manifestado a los Moreno Valle.
Y es que el esposo de Olivia y Contador Rafael Moreno Valle, admiraba en público y privado a su sobrino del mismo nombre. “Hubiera querido tener un hijo como él”, cuentan las columnas de ese tiempo.