Las heridas entre Claudia Rivera y Gabriel Biestro jamás cicatrizarán.
En su alocada carrera por descarrilar a Claudia Rivera y jugarle las contras, Biestro no midió que necesitaría del grupo político que ha formado Claudia, para llegar fortalecido como líder de Morena en Puebla.
Hoy veremos una nueva disputa en los próximos meses porque Claudia ha decidido buscar la dirigencia estatal de Morena.
Y vendrán más desencuentros, acusaciones y descalificaciones de ambos equipos.
Claudia necesitará también del jefe de Biestro y ambos deberán hacer política de altura para repartirse el pastel del 2024 y llegar fortalecidos para el proceso electoral del 2024.
No lo cuente a nadie, pero nadie confía en Biestro porque es capaz de apropiarse la mayor cantidad de candidaturas importantes en el 2024, porque están en juego senadurías, alcaldías, diputaciones federales y locales.
Y por supuesto, la gubernatura, esa con lo que Biestro llegó a soñar, aunque soñar no cuesta nada.
Biestro logró descarrilar a Claudia pero no pensó que ella le disputaría Morena.
Y hoy por hoy, Claudia parece tener más fichas en el Comité nacional.
Claudia por su parte buscará espacios políticos para reinventarse y en el 2024 buscar mínimo una diputación federal.
Porque me cuentan que las senadurías ya tienen dueño y dueña...
Es cuánto.