La única forma de que el gobernador poblano Miguel Barbosa conserve intacta su buena fama y su racha ganadora (ganó dos elecciones a gobernador, aunque una le robaron), es que no meta las manos en el proceso electoral del 2021.
Así como lo hizo con el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP), con su convicción democrática, Barbosa podría evitar imponer candidatos y con ello eludir que lo señalen como culpable de varios aspirantes de Morena que verán caer sus sueños políticos.
Esto porque se avecina el proceso electoral intermedio en el que comúnmente el mandatario en turno palomea a todos los candidatos de su partido y otros que le son paleros.
Y corre un fuerte rumor de que el gallo del mandatario poblano para la alcaldía de Puebla es Gabriel Biestro, quien parece que no ganaría la elección por carecer de arraigo, trayectoria, experiencia y estructura política propia.
Miguel Barbosa ya es gobernador y le costó muchos años llegar a donde está. Su prioridad es retener la mayoría en el Congreso.
Por eso el partido Morena ha comenzado a reclutar a personajes que en el pasado apoyaron a los Moreno Valle, tal es el caso del entrenador de fútbol conocido como “El Chelis”.
Y es aquí en donde se denigra la política, se envilece y se hace de muy bajo nivel.
La culpa la tienen los cazadores de personajes que requieren fama sin importar el daño que le hacen a la sociedad.
Por cierto: ¿le gustaría ver a El Chelís que AMLO dirija a la selección mexicana?. Sería denigrante.