Los operadores políticos oficiales y no oficiales, trabajan a marchas forzadas para tratar de inventar una imagen convincente al presidente del Congreso Gabriel Biestro Medinilla.
Para eso recurren a medios de comunicación proclives a quien les dé a ganar miles de pesos en épocas electorales.
El problema de Biestro es el mismo Biestro. Me explico: tuvo dos años para empoderarse como el sucesor natural en la alcaldía y no lo hizo. Se dedicó a restar, dividir y perder aliados.
Y en la política, las matemáticas son imprescindibles, de primaria. Biestro no supo sumar y menos multiplicar, desde el poder que le da su posición.
Biestro debe asesorarse e informarse de lo que hicieron políticos de altura como Miguel Quiróz, Carlos Palafox, Melquiades Morales e incluso hasta el mismo Giorgana. Hicieron de la política un arte y de su cargo un coto de poder que les multiplicó voluntades.
Solo así, esos hombres pudieron cohabitar sexenio tras sexenio siempre en altos cargos y con altísimas aspiraciones.
Por eso no veo cómo pueda ganar Biestro, puede que sea candidato, si; pero no creo que gane porque desperdició dos años el importante cargo que ostenta y no multiplicó aliados.
La presencia de Javier Pacheco en sus reuniones es muy importante, pero no significa que sea un candidato ganador.
Por cierto: le recuerdo a Biestro que el corrupto mercenario Arturo Hernández Davy le deseaba a Miguel Barbosa lo peor.
Y todo porque no lo ratificó en el DIF, de donde gastó mil 150 millones de pesos en artículos que nunca ingresaron a los almacenes de esa noble institución.