Eran los tiempos de jugar a la oposición, cuando Andrés Manuel López Obrador despotricaba en contra de los monopolios televisivos por el sesgo que le daban a la información.

A los dueños de eso monopolios no los bajaba de corruptos y vendidos. Los humillaba, los exhibía, se burlaba de ellos y pedía que les aplicaran auditorías. Hoy se aplauden mutuamente.

La incapacidad de sus colabores y la suya propia, lo ha orillado a pactar con aquellos medios a los que tanto denostó como corruptos y mentirosos.

Y es que el gobierno de López Obrador firmó un acuerdo con las principales televisoras para llevar a cabo educación a distancia, lo que significa que en su gobierno caben los corruptos y mentirosos.

Más allá de los resultados de ese programa educativo, AMLO buscará que las televisoras oculten la corrupción y omisión de su gobierno ante el difícil escenario que enfrentará.

El presidente no debe olvidar que aunque son grandes generadoras de opinión , las televisoras o llamadas por los sociólogos como “la caja idiota”, no logran cambiar la percepción de una sociedad sedienta de justicia. Solo basta que recuerde cuando ganó la elección.

Andrés Manuel López Obrador podría pasar como el presidente que encubrió las deficiencias educativas con las televisoras. Cómo el que idiotizará a las actuales generaciones, como el gobernante que cobijó a quienes calificaba como corruptos y mentirosos.

Qué cómodo ha de ser haber dejado su traje de oposición y ahora ser parte de los corruptos y culpables que tienen sumido a nuestro país en un rumbo incierto.

AMLO se tragó sus palabras y si tiene que perder su dignidad, lo hará para no dejar el poder en manos de sus detractores.

Por cierto: las benditas redes sociales que tanto gusta, se convertirán en el contrapeso de su corrupto gobierno.