La limpia que lleva a cabo el gobierno de Miguel Barbosa en materia de seguridad, ha  inclinado la balanza a favor de las acciones gubernamentales para que la delincuencia no se incremente ante la crisis que se vive por la pandemia.

La férrea campaña y acciones que llevan a cabo Barbosa y sus colaboradores en materia de seguridad, serán una de sus mejores cartas de presentación en el 2021.

Ante los pronósticos de expertos y la sociedad en general por un supuesto incremento de delincuencia por el efecto Covid-19, vale la pena destacar que en Puebla no se percibe un clima delictivo grave, repito, por las acciones de la 4T.

Y en este tenor tres son los personajes que han contribuido a obtener resultados positivos: el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Raciel López Salazar, el asesor en la materia Ardelio Vargas Fosado y el Fiscal General Gilberto Higuera.

Cada uno, desde su trinchera, abona para encumbrar el proyecto del mandatario Barbosa.

Barbosa se adelantó mucho tiempo antes de que las bandas delictivas impusieran su ley en las calles, y ha logrado mantenerlos en sus madrigueras o los han capturado por participar en delitos de alto impacto.

Por primera vez en la historia de un gobierno, los delincuentes parecen estar en desventaja.

Faltan miles, sí; pero hoy, los más temidos delincuentes le temen a las autoridades.