Jorge Estefan Chidiac no ha digerido la paliza que le propinó su concuño, el gobernador Antonio Gali Fayad en el 2016.

Por eso ha convertido a su PRI en un aliado de la inseguridad y delincuencia que tanto dañan a la sociedad.

Estefan cabildea hasta en las vecindades para impedir el crédito que busca el gobierno de Luis Banck para invertirlo en seguridad.

A tal grado ha llegado Estefan que pide bloquear a cualquier costo ese crédito, lo que perjudica a miles de familias.

Estefan y sus lacayos saben que si el gobierno de coalición que encabeza Banck logra remediar la percepción de inseguridad, el PRI nada tendrá que hacer en el 2018.

Y el recurso económico le daría a Banck la posibilidad de combatir la inseguridad de manera eficaz.

Por eso la amarga obsesión de Estefan, quien ha visto que Gali y Banck van juntos en el combate a la inseguridad.

La única bandera del PRI para mediatizar es la percepción de inseguridad y por ello el mismo Estefan ha ordenado a todas sus huestes explotar el tema.

Pero nada como los escándalos de los ex gobernadores priistas Javier Duarte, Roberto Borge y Tomás Yarrington.

Estefan sufrirá en el 2018 un nuevo revés que lo dejará noqueado 6 años.

Si en el 2015 este columnista aseguraba que Estefan era un fracaso como dirigente, hoy también es un aliado del retroceso e inseguridad.

Estefan está que enloquece al saber los números que trae su concuño Gali.

Por eso se niega a sufrir otra inminente paliza que lo convertirá en la caricatura de la familia.

Al tiempo..,

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