Excelsior (México)
Dos diplomáticos rusos protagonizaron este miércoles un conflicto en el barrio porteño de Recoleta al negarse a realizar un control de alcoholímetro como parte de los operativos navideños. Un vehículo con matrícula de la embajada de Rusia fue detenido para realizar el control, pero el conductor se negó y permaneció atrincherado dentro del automóvil por más de dos horas, protegido por la inmunidad diplomática.
El incidente comenzó minutos antes de las 11:00 horas, cuando agentes de tránsito detuvieron un auto perteneciente a la sede diplomática rusa. Según testigos, el conductor, identificado como Sergei Baldín, indicó que debía hacer una llamada, subió las ventanillas y dejó de responder a los efectivos.
Ante la negativa, las autoridades solicitaron la intervención de la Policía de la Ciudad, que llegó al lugar acompañada poco después por agentes de la Policía Federal. Representantes de la embajada rusa también acudieron, pero evitaron esclarecer si el conductor tenía rango diplomático.
"Hubo un breve diálogo en el que se le solicitó realizar el control, pero se negó. Subió la ventanilla y permaneció dentro del vehículo", explicó Martín, un agente de tránsito presente en el operativo. "Nos sorprende porque minutos antes otro auto diplomático, también ruso, cumplió con el control sin problemas", agregó.
El caso llamó la atención debido a que los canales de noticias que cubrían el operativo transmitieron en vivo las negociaciones. Mientras tanto, tres hombres identificados como representantes de la embajada rusa llegaron al lugar y dialogaron con las fuerzas de seguridad, aunque evitaron responder preguntas de la prensa.
Los agentes de tránsito mencionaron el artículo 41 de la Convención de Viena, que establece que, aunque los diplomáticos gocen de inmunidad, deben respetar las leyes del país receptor. Sin embargo, la embajada rusa emitió un comunicado calificando el control como una "grave violación del derecho internacional" y subrayó que "los vehículos diplomáticos no pueden ser objeto de paradas ni registros".
Finalmente, poco antes del mediodía, el automóvil fue escoltado por la Policía de la Ciudad hasta la sede diplomática. Fuentes oficiales confirmaron que se labró un acta de infracción por la negativa a realizar el control de alcoholemia.
Mientras la situación se resolvía, un segundo vehículo de la embajada rusa fue detenido en el mismo control. El conductor, identificado como Timur Salomatin, codirector de la Casa de Rusia, también se negó a someterse al procedimiento. A las 13:16 horas, ambos conductores habían ingresado a la sede diplomática sin realizar el control, manteniéndose bajo el resguardo de su inmunidad.
Un giro inesperado ocurrió cuando un ciudadano ruso que se identificó como Fedor se acercó al lugar tras ver la situación en televisión. "Es una vergüenza para mi país", declaró ante los medios. Sin embargo, su intento de dialogar con el conductor fue rechazado.