Al menos 12 personas han muerto y otras 74 han resultado heridas (20 de ellas en estado crítico) en el espectacular incendio de un inmueble de 24 plantas y 120 viviendas en el oeste de Londres, según han informado la policía y los servicios de emergencia. Más de 200 bomberos han sido movilizados para acabar con las llamas y rescatar a las personas que probablemente aún quedan en la torre Grenfell, en Latimer Road, en el barrio de Notting Hill (North Kensington). Las llamas seguían activas doce horas después de declararse el incendio. La columna de humo podía verse a kilómetros de distancia del lugar. El fuego, que se produjo pasada la medianoche del martes, ha sorprendido a muchos vecinos durmiendo. Unas 500 personas, muchas de ellas familias jóvenes, vivían en el bloque.
Varios edificios cercanos han sido desalojados debido a los escombros que caían de la torre devorada por las llamas. Decenas de vecinos han acudido a las inmediaciones del edificio, donde los residentes agitaban las linternas de sus móviles en las ventanas para llamar la atención de los servicios de rescate. Los testigos relataban esta mañana escenas dantescas. “Había mujeres y niños gritando en el interior. Les decíamos que no saltaran, que esperaran a ser rescatados. Fue espantoso. Vi cómo una madre tiraba a su hijo por la ventana”, contaba a EL PAÍS Amina Sharia, que acudió hacia la una de la madrugada, cuando la torre empezaba a arder.
La policía ha confirmado la muerte de seis personas en el incendio, pero los investigadores creen que esa cifra podría aumentar. "Puedo confirmar seis víctimas mortales en este momento pero, debido a que estamos en una fase muy inicial, posiblemente este dato crecerá durante lo que seguro que va a ser una compleja operación de rescate durante los próximos días", ha asegurado Stuart Cundy, comandante de la Policía Metropolitana de Londres. La policía advirtió de que el proceso de identificación de las víctimas mortales puede ser lento.
Al menos 12 muertos y 74 heridos en un incendio de un edificio de 24 plantas en Londres
“En mis 29 años como bombera nunca he visto nada de esta escala”, ha reconocido la jefe de la brigada de bomberos de Londres Dany Cotton. “Es un incendio enorme que ha afectado a todas las plantas de un edificio de 24 alturas”. Cotton aseguró que los bomberos habían rescatado a “un gran numero del interior del edificio” y que habían llegado incluso a los pisos 19 y 20.
Las causas del fuego tendrán que ser investigadas ahora "a conciencia" una vez finalicen las tareas de los equipos de emergencias, indicó el primer edil del distrito, Nick Paget-Brown. La policía, que continuaba evacuando residentes a primera hora de la mañana, ha informado de que varias personas han sido atendidas por "distintos tipos de heridas". Hay al menos 74 personas heridas que han sido trasladadas a seis hospitales, según ha informado Stuart Crichton, subdirector de operaciones del Servicio de Ambulancias de Londres. Veinte de los heridos se encuentran en estado crítico. Más de un centenar de médicos han atendido a los afectados, la mayoría de ellos con heridas y quemaduras de diverso rango o afectados por inhalación de humos.
El incendio se ha iniciado algo antes de la una de la madrugada (las 2.00 en la España peninsular) y ha afectado a la mayoría de las 24 plantas del inmueble. En el lugar trabajaban esta mañana un total de 40 camiones de Bomberos y 200 bomberos para intentar extinguir el incendio. Las calles situadas en los alrededores del edificio afectado han sido acordonadas y los residentes de los alrededores evacuados como medida de precaución.
Por la mañana los vecinos del barrio se han volcado para tratar de ayudar a las víctimas y a aquellos que se han quedado sin casa. Furgonetas de los comercios cercanos traían comida y bebida. Unos aportaban toallas y pañales. Otros repartían mascarillas para protegerse del humo. Tasha Brade, de 27 años, recorría con otras compañeras las calles cercanas con una hoja de papel, en la que apuntaba los teléfonos de los vecinos que ofrecían sus casas para acoger a los afectados. “Todos ayudamos como podemos. Es horrible. Mi tía trabajaba en ese edificio, ¿sabe? Cuidaba a dos ancianos que no se podían mover. ¿Qué habrá sido de ellos?”, se preguntaba.
Las calles de alrededor apestaban a quemado. Vecinos deambulaban de un lado a otro en zapatillas de casa. El suelo estaba sembrado de cenizas y escombros quemados. En medio de la calle, a más de cien metros de la torre, una hoja subrayada de un libro escolar de física, quemada por los bordes.
Paul Munakr, que vive en el séptimo piso y logró escapar de las llamas, ha asegurado que en el momento en que se desató el fuego no sonó la alarma contra incendios. "Mientras yo bajaba por las escaleras, ya había bomberos, verdaderamente increíbles, que subían hacia el fuego, intentando sacar del edificio al mayor número de personas posible. Las alarmas antiincendios no saltaron dentro del edificio", ha dicho.
En una parroquia cercana a la torre en llamas trataban de ayudar a aquellos que buscaban a personas desaparecidas. Allí estaba Carol John, que acompañaba a su hermana bañada en lágrimas. “Vive en el edificio de al lado y me llamó para que fuera a buscarla porque la habían evacuado”, explicaba. “Una amiga suya y su hija estaban desaparecidas, pero nos acaban de decir que están en el hospital”. Los hijos de Begoña y Esperanza, dos amigas españolas residentes en la zona, van a un colegio cercano. Buscaban a la familia de unas compañeras de clase de los niños. “Tienen dos niñas y un bebé de pocos meses”, recordaba Esperanza. “Las dos chicas han aparecido en un hospital. De los padres y el bebé no se sabe nada”.
El edificio fue reformado en mayo del pasado año. Las obras, que incluyeron cambios en la fachada y en el sistema de calefacción, tuvieron un coste de 10 millones de libras (11,3 millones de euros), según publica el diario Get West London. Antes de y durante las obras de reforma, según la BBC, los vecinos habían denunciado deficiencias en la seguridad del edificio.
La torre, que forma parte de un complejo de vivienda social más amplio, pertenece a la autoridad local y está gestionada por la empresa Kensington and Chelsea Tenant Management Organisation (KCTMO), que lleva también otros bloques de la zona. En 2016, una vez concluidas las obras de reforma, los bomberos evaluaron el edificio y consideraron que el riesgo de incendio era “medio”.
En su blog, el Grupo de Acción de Grenfell, que vela por los edificios de protección oficial y los servicios públicos del barrio de Kensington y Chelsea, afirma hoy que "todas" sus "advertencias cayeron en oídos sordos". "Los lectores regulares del blog sabrán que en los últimos años hemos colgado numerosas advertencias sobre los pobres estándares de seguridad contra incendios en la Torre Grenfell y, en general, en todo el barrio", señala en un mensaje la organización. "Predijimos que una catástrofe como esta era inevitable y solo cuestión de tiempo", añade.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha dicho este miércoles que hay preguntas "que deben ser respondidas" sobre el grave incendio registrado en la torre Grenfell, después de que algunos vecinos rescatados hayan asegurado que les habían aconsejado que permanecieran en el interior de sus casas en caso de incendio y tras las advertencias previas de la asociación de vecinos sobre su preocupación por el riesgo de que el edificio sufriera un incendio.
"Estas preguntas son verdaderamente importantes y deben ser respondidas", ha afirmado Khan, en declaraciones a la radio de la BBC. "En todo Londres tenemos muchas torres de apartamentos y no podemos tener una situación en la que la seguridad de las personas está en riesgo porque se ha dado un mal consejo o si es el caso, como se ha señalado, la torre no ha sido adecuadamente atendida o mantenida".
La primera ministra, Theresa May, se dijo "profundamente entristecida". La tragedia hizo posponer cualquier anuncio sobre los avances del acuerdo que se encuentra negociando para formar Gobierno, después de perder la mayoría absoluta en las elecciones de la semana pasada