La presidenta del PAN Genoveva Huerta se ha metido en un laberinto del que será difícil que salga bien librada.
Y es que solo a ella, sí, por increíble que parezca, se le ocurre defender la corrupción del morenovallismo y los gobiernos panistas.
Ya se ve de qué está hecha la lideresa del PAN, una mujer que nació en un régimen autoritario y corrupto.
¿Acaso no sabe de la fortuna ilícita de Roberto Moya, Cabalán Macari, Luis Banck, Eukid Castañón, Roberto Trewartha, David Villanueva y muchos más que terminaron comprando y construyendo lujosas propiedades en exclusivos fraccionamientos?.
¿O de Gerardo Islas, Patricia Leal, Bernardo Huerta, Alberto Vivas, Víctor Hugo Islas, y todo lo que apesta a corrupción?.
¿De plano se escuda en su ineficiencia y ceguera política para no conocer en qué dependencias se cobraban los moches durante el Morenovallismo?.
La señora Genoveva no tiene argumentos sólidos para defender a los ex funcionarios de los gobiernos panistas y se ha envalentonado porque no ha visto de cerca que le apliquen la ley.
Y por si nadie le ha dicho, muy pronto varios de sus defendidos serán prófugos de la justicia por lo mismo que ella defiende: la corrupción.