La comunidad afroamericana de Estados Unidos se lanzó a protestar a las calles, acusando que desde hace varias décadas las autoridades son especialmente violentas con la comunidad de otra raza.
Minneapolis, Los Ángeles, Washington y otras ciudades han visto como los manifestantes destrozan negocios y atacan edificios públicos en respuesta a la muerte de Floyd.
Ante esto, algunos grupos de policía deciden arrodillarse ante el paso de los manifestantes, en señal de apoyo a los manifestantes, y en repudio a la muerte de George Floyd.