Un debastador incendio acaecido en el municipio de Pampilhosa da Serra, en el centro de Portugal, movolizó a más de 600 bomberos, cerca de 190 vehículos de extinción y un helicóptero para tratar de controlar el inminete fuego.
Según datos de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), la situación en Pampilhosa da Serra, obligó a evacuar seis aldeas y cortar tres carreteras, donde se mantiene activo otro gran incendio en Boticas (norte), siendo la situación más complicada en el país.
El fuego de Pampilhosa da Serra, situado en el distrito de Coimbra, en el centro de Portugal, se extendió durante el fin de semana a la localidad vecina de Arganil, donde hoy resultaron heridos dos bomberos, uno de ellos de gravedad.
Entre enero y septiembre de este año ardieron 215.988 hectáreas forestales en Portugal, lo que supone un 174 % más que la media de los últimos diez años, según datos del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques portugués.
El fuego más grave de este año fue el desatado el pasado junio en el término municipal de Pedrógão Grande (en el centro del país), que dejó 64 muertos y más de 250 heridos.
El periodo crítico de incendios forestales en Portugal, que normalmente concluye el 30 de septiembre, ha sido extendido este año por el Gobierno luso hasta el 15 de octubre ante la falta de precipitaciones y la consecuente sequía.