Estados Unidos presionará en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para que suban los salarios de los trabajadores mexicanos, a fin de restar competitividad a este país y proteger empleos estadounidenses, apuntó Bloomberg.
En una nota publicada este lunes, la agencia de información financiera destacó que los trabajadores mexicanos ganan una cuarta parte que los estadounidenses y que contribuir a cerrar esa brecha quitaría incentivos a empresas para transferir su producción de Estados Unidos a México.
“El cierre de esa brecha podría convencer a las compañías estadounidenses de quedarse, razón por la cual los negociadores estadounidenses presionarán por mejores salarios y mejores condiciones para los trabajadores mexicanos”, subrayó la nota.
Destacó que los salarios en México se encuentran entre los más bajos entre las naciones más desarrolladas del mundo, por lo que la reforma laboral en ese país es un objetivo alineado con la meta del presidente Donald Trump de mejorar el TLC para los trabajadores de Estados Unidos.
México, por su parte, ha argumentado que los menores costos de producción en el país tienen beneficios competitivos para toda América del Norte.
Bloomberg resaltó que el TLC, cuya renegociación inicia la próxima semana, incluyó originalmente disposiciones para proteger los derechos de los trabajadores, aunque las mismas nunca fueron formalmente incorporadas al acuerdo.
En ese sentido, el gobierno de Trump argumentó el mes pasado que la inclusión de las disposiciones laborales en el núcleo del acuerdo es una prioridad.
México ya había acordando reformas laborales como parte de Acuerdo Transpacífico (TPP), del que Estados Unidos se retiró. El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, dijo en ese sentido que el TPP es un buen punto de partida para renegociar el TLC.
Bloomberg puntualizó que la presión sobre México puede también venir del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que promueve un libre comercio “progresista”.
Francisco de Rosenzweig, principal negociador del TPP en México, expresó que el país rechazaría cualquier intento estadounidense de legislar los niveles salariales de los trabajadores mexicanos.
Sin embargo, otros analistas consideraron que el enfoque de Estados Unidos, aunque crearía tensión, podría resultar en una mejora para un tratado que nunca resolvió los temores de que los países competirían con ofrecer peores condiciones laborales para atraer inversiones.
“Esta es una muy buena oportunidad para los tres países para mejorar el TLC”, explicó Hugo Perezcano Díaz, exnegociador mexicano y actual subdirector del Centro para la Gobernanza Internacional.