Se robó la elección
La derrota del genocida y dictador Nicolás Maduro, quien tuvo secuestrada a la república de Venezuela tras heredar el poder del también asesino Hugo Chávez, será un parteaguas para las dictaduras que le niegan la libertad a millones de seres humanos en pleno siglo XXI.
Este domingo será inolvidable para quienes somos partidarios de la democracia, la justicia y la libertad.
Confieso la felicidad que me brinda el saber el repudio que los venezolanos mostraron ante el dictador Nicolás Maduro, quien a pesar de haber instruido a los cuerpos policiacos y al mismo ejército a que sembraran terror y miedo entre la población, éstos salieron a reprobar públicamente y de manera masiva al gobierno despótico en Venezuela.
Los filósofos Sócrates, Platón y Aristóteles, dieron cuenta de los tiranos que con crueldad hacían sufrir a los pueblos que gobernaban.
Después, los grandes pensadores como Hobbes en el Leviatán abordaron el significado del tirano y sus características, pero en lo personal me quedo con lo que dice Rousseau, quien llama tirano al usurpador de la autoridad real, aquel que interviene contra las leyes.
Nicolás Maduro siempre quiso ser un dictador para alcanzar el status de genocida. Desde que heredó el cargo, sabía que tenía que actuar con represión para infundir primero miedo y después terror entre sus gobernados.
Se trazó ser más cruel que el ex dictador Benito Mussolini de Italia, que el ex dictador de España Francisco Franco; del ex dictador de Cuba, Fidel Castro; del ruso Stalin. Cumplió tanto, que por eso la fuerza de la democracia y la voluntad popular lo superaron este domingo 28 de julio del 2024, cuando los venezolanos decidieron poner fin a uno de los periodos más tristes y oscuros que haya tenido AL en cuanto a gobiernos.
No es la primera vez que cae una dictadura en América Latina. Las sociedades latinas han despertado de la opresión en la que estuvieron por años y Venezuela es un ejemplo contundente.
Falta que los gobiernos de todo el mundo reconozcan al nuevo presidente y que Maduro sea juzgado con todo el peso de la ley para que los tiranos vean cómo será su fin si abusan del poder y confianza otorgada por las sociedades.
Esta columna fue escrita hasta las 23:20 hrs, cuando comenzaba a especularse el fraude electoral del dictador.