Anote usted los nombres de Enrique Peña Nieto, José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, Emilio Lozoya y Enrique Ochoa Reza, entre otros, como los principales personajes que padecen muerte política.
También a múltiples ex gobernadores, ex funcionarios, empresarios y líderes sindicales cuyo cadáver político comienza a apestar.
En el sentido figurado, el dueño del Panteón es AMLO y en seis años cosechará centenares de cadáveres políticos de todos pesos y tamaños, colores y filiaciones.
El panteón de AMLO promete dar mucho de qué hablar, pues falta lo que llegue a descubrir sobre la terrible corrupción de secretarios, subsecretarios, directores generales, coordinadores, jefes de departamento, legisladores, ex gobernadores y ex alcaldes etc, etc.
Los cadáveres se multiplicarán como ratas ante el plaguicida contra la corrupción del prianismo.
Por cierto: aún no llega López Obrador a la silla presidencial y sabe de qué tamaño son los intereses y ambiciones de personajes cercanos a Peña Nieto