Mientras el candidato del Prian a la gubernatura de Puebla, Eduardo Rivera recibía una paliza moral en el debate, su candidata a diputada federal Tania Trejo, era vinculada a proceso por delitos de alto impacto.
Ella fue detenida hace una semana cuando estaba acompañada de sicarios con armas largas y drogas, y es muy cercana a Rivera y a su esposa Liliana Ortiz.
Eduardo Rivera Pérez llegó al debate con el estigma de candidato del crimen organizado y no lo pudo superar. Tampoco como encubridor de acosadores sexuales.
El caso es que Rivera no se concentró en el ejercicio democrático (debate) y fue exhibido por su cercanía con la delincuencia y con el mismo gober precioso.
Atrapado en su pasado como edil por los pésimos resultados que dio en materia de seguridad y por gastar 7 mil millones de pesos en su imagen, a Rivera solo le espera comprobar el desprecio que los poblanos le tienen por burlarse de ellos en dos ocasiones.
¿Quién ganó el debate?. Los poblanos tienen que decidir, nadie más.
Por cierto: vale la pena recordar que el periodista Alberto Ramírez, asegura que Eduardo Rivera había pactado con el grupo criminal “La Barredora”, cuyos integrantes fueron detenidos en el operativo y dejados a su suerte por el mismo Rivera, lo que provocó que miembros del grupo delictivo se apersonaran a su casa para recordarle el pacto y no precisamente para cometer un asalto.
Esto pondría a Rivera como candidato del crimen organizado.
Los maleantes serían enviados el 2 de junio para reventar la elección.