El pasado viernes, vivimos una de las tragedias más fuertes en los inicios de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, hecho que se suscitó en el Municipio de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo.

La pregunta sería ¿Porque pasó?

Hay muchas opiniones encontradas en los medios, en la sociedad, en el gobierno y en las diferentes instituciones. El ambiente de está tragedia, gira alrededor de una supuesta negligencia del gobierno y de los malos manejos en la falta de estrategia para combatir a Huachicoleros, pero; y la gente, que culpa tuvieron ellos?

Mucha, con este suceso en uno de los ductos de PEMEX, nos dimos cuenta que nuestro pueblo vive en un inmerso mundo de ignorancia, no es excusa la pobreza y la necesidad, tampoco el gobierno, ajeno a ello la gente de nuestro México, tuvo un comportamiento deleznable, atípico, vergonzoso, bochornoso y triste.

Nos dimos cuenta del porque de nuestro retroceso en el país como sociedad, antes que culpar al gobierno y todos aquellos factores que están alrededor, porque no juzgamos  el retroceso y falta madurez de pensamiento, porque comportarse como salvajes que buscan el beneficio y la ambición y no como seres que buscan ser diferentes.

La tragedia de Tlahuelilpan, es una visión terrorífica de la muerte, de la desolación y la pena pero también nos deja ver a un México ignorante, muerto en la lógica, tirado en el absurdo pensamiento de "El que no tranza, no avanza", el pueblo sigue en el absurdo pensamiento de cambiar a los gobiernos y la forma de gobernar, pero no se cambia la ignorancia con la que se vive.