Con todas las encuestas que lo dan como perdedor, el candidato a la gubernatura de Puebla por el Prian Eduardo Rivera Pérez, puso el último clavo a su ataúd político al burlarse de los millones de mexicanos que creen y apoyan a Morena.
Decirle “morenacos” a millones de mexicanos encendieron los focos en la sociedad en general, la cual conoció el verdadero rostro del panista que semeja a los gobernantes despóticos.
Eduardo Rivera se ha declarado un ignorante en privado porque no lee y desconoce conceptos y significados, por eso su limitado conocimiento y su falsa contrición.
Muy caro pagó Rivera su soberbia: las redes sociales estallaron en su contra al grado de ser imparables para su equipo mediático.
Eduardo Rivera pasó muy mal la crisis mediática al grado de haber grabado un video en donde se veía forzado y falso. Estaba enojado, desquiciado y confundido porque vivió la inconformidad de la sociedad.
El candidato moreno del PAN que presume ser amigo del rey de España ya no quiso opinar porque estaba totalmente derrotado al ser exhibido como un odiador intolerante.
Prefirió guardar silencio para no exhibir su clasismo y desprecio por las clases desprotegidas a las que llama morenacos.
Eduardo está perdido y le apuesta a no ser humillado electoralmente de manera abrumadora, solo un milagro hará que no pierda abrumadoramente.
El 2 de junio es su sepelio por si gustan darle el pésame en sus redes sociales.