Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez nos dieron una muestra de lo que es la lucha por el poder y las enormes diferencias que perduran desde la post Revolución.

Lejos quedaron las leyes, el trabajo de los legisladores y los esfuerzos de organismos civiles, empresariales, académicos y políticos para salvaguardar los derechos de la mujer. Dejaron a un lado la integridad moral para sacar su rabia, como lo explica Manuel Castells en su obra Redes de Indignación y Esperanza.

En unos minutos, Sheinbaum y Xóchitl se denostaron y humillaron sin el menor rubor ni cuidado, todo por el maldito poder.

Nadie de su equipo les dio consejos de literatura especializada de lo que es la violencia de acuerdo a Santiago Genovés en su libro Expedición a la violencia.

Para Genovés, la violencia es la derrota de la cultura; es anticultural y se da de acuerdo a la educación recibida.

Una, Sheinbaum, le dijo a su rival la candidata corrupta del Prian, la candidata corrupta del cártel inmobiliario de la delegación Miguel Hidalgo.

La otra, Xóchitl, le dijo a su oponente (Sheinbaum): La narco candidata, la candidata de las mentiras.

Ya se ve de qué tamaño es la disputa entre las féminas.

¿Acaso quieren ambas llegar al exterminio del que nos habla Daniel Feierstein?.

Por cierto: ¿en dónde están las supuestas activistas feministas que reprueban ese tipo de lenguaje?. ¿No les da vergüenza ser parte de este nivel de debate?.