Tan fuerte fue el impacto, que unos se infartaron, otros se fueron a emborrachar y un puñado canceló sus viajes porque les vendrán épocas de sequía. Otros más se enfermaron del estómago…
A través de esa fotografía se enteraron que no van a saquear más a Puebla con factureras y muy pronto terminará su tiempo de impunidad.
Céspedes y Armenta son dos viejos conocidos contemporáneos que han acordado trabajar por Puebla y que nuestra entidad sea nuevamente el ejemplo nacional que hace poco se respiraba.
Armenta y Céspedes conocen perfectamente las reglas del poder y saben que primero está el pueblo, se deben al pueblo y que el pueblo es el que quita y pone.
Por eso harán respetar e impulsarán los principios del lopezobradorismo: no mentir, no robar y no traicionar. Pero además trabajarán por una entidad que demanda atención de grupos muy desprotegidos.
Los dos son hombres maduros que están en su plenitud, privilegian la familia, su paz, tranquilidad y no desean ser señalados como delincuentes o socios y cómplices de los criminales.
Repito: su familia es primero y piensan seguir viviendo en Puebla luego de sus gobiernos… hasta el 2036…