Cuando el mandatario poblano asegura que atrás quedaron los tiempos oscuros del DIF en los que imperaba la corrupción, está diciendo una verdad a medias.

Me explico: a pesar de saber el brutal saqueo que hicieron sus antecesores en dicho organismo, hoy no hay acciones judiciales en contra de ellos.

Caso concreto es el del ex director del DIF en el gobierno interino, Arturo Hernández Davy, quien cometió todo tipo de corruptelas que conoce perfectamente Barbosa, pero se las perdonó.

Miguel Barbosa supo del robo en ese organismo desde el gobierno interino que prácticamente sirvió para ayudarle a ganar la gubernatura en la elección del 2019. Y a pesar de estar enterado, Hernández Davy se pasea en centros comerciales y restaurantes sin el menor rubor.

Otro tema que Barbosa no ha dejado en claro es la supuesta venta de menores desde el DIF, lo que implicaría un delito más escandaloso que el robo o desvió de recursos.

Cabe recordar que Miguel Barbosa denunció tráfico de infantes en los gobiernos panistas. Hasta ahora y después de 23 meses de su gobierno, simplemente no hay un solo detenido, lo que reduce a un simple chisme este delicado tema.

PD. Miguel Barbosa sabe el nombre del ladrón intelectual que saqueó el DIF en el 2019, un tal Guillo..., personaje a quien el mismo Barbosa detesta por ser tan corrupto.