El gobernador Miguel Barbosa miente cuando dice que el retiro de estructuras de espectaculares se hizo conforme a la ley.
Trata de justificar el robo, despojo, abuso de autoridad y daño en propiedad ajena en que incurrió su gobierno.
Por eso le dedicó una conferencia de prensa al tema en donde sacó a flote la enorme y terrible corrupción que hubo entre empresarios del ramo y ex funcionarios. Sabe que actuó al margen de la ley y qué hay vicios de origen.
Cuando digo que miente, es porque su gobierno jamás notificó al propietario de la pantalla (que su gobierno se robó y que estaba ubicada en el camellón central del bulevar del Niño Poblano frente al centro Comercial Angelópolis), para avisarle que iniciarían un procedimiento de revisión ó sanción por encontrar una supuesta anomalía.
Fiel a su estilo, ordenó bajar la pantalla de inmediato, el domingo 14 de marzo con el apoyo de elementos de las Secretarías de Seguridad Pública, de Medio Ambiente y de una empresa particular que llevó la grúa para robar la pantalla.
A todos comprometió.
Hay videos, fotografías y otras pruebas contundentes que demostrarán quién miente.
Barbosa asegura lo contrario, pero si su gobierno inventa alguna firma de notificación pirata, incurrirá en el delito de falsedad ante una autoridad judicial.
Barbosa tiene entre otros problemas, que ninguno de sus empleados le sabe decir no y por eso cometen múltiples errores.
También que le inventan tantos chismes que terminan envenenándolo.
Alguien de muy bajo nivel no le puede explicar con peras y manzanas el procedimiento para retirar y robarse una propiedad de esa dimensión.
Qué lástima que lo expongan y tímidamente sus empleados traten de justificar el robo.
Por cierto: esa pantalla que robó su gobierno, fue contratada en el 2019 para promover su campaña.