El municipio de Tehuacán se ha convertido en tierra de nadie.
La alcaldesa priísta Ernestina Fernández ha sido rebasada por la delincuencia organizada y se niega a recibir ayuda del Estado.
Incluso se niega a asistir a las reuniones de seguridad argumentando motivos políticos.
Tehuacán es el único lugar en la entidad en donde todos los días hay secuestros, levantones, homicidios, decapitados y circula la venta de droga sin que ella haga algo por sus gobernados.
Su esposo también fue alcalde de ahí y hay quienes cuentan que desde entonces traen una red de corrupción y protección para la delincuencia organizada. Por eso se niega a recibir el apoyo estatal.
Ernestina Fernández es el claro ejemplo de los gobiernos priístas. Todo se arregla con componendas, por debajo del agua y se tolera que opere la delincuencia.
Los delincuentes que quieren impunidad y tolerancia saben que hay un lugar que se llama Tehuacán y es gobernado por el PRI.
A Ernestina Fernández se le salieron de control los acuerdos y los grupos que se disputan la plaza derraman sangre ante una autoridad municipal miedosa por estar involucrada para que no haya violencia.
Muy pronto el Congreso dará de qué hablar sobre ella y quizá hasta el Ejército y la Marina.
Estos son los gobiernos del PRI, pa' servirle a usted.
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