La captura del alcalde de Palmar de Bravo, Pablo Morales Ugalde, señalado por presuntos vínculos con bandas de huachicoleros, es un mensaje para las autoridades ligadas al crimen organizado.

Significa que los gobiernos federal y estatal, no tolerarán la impunidad ni el indebido ejercicio del poder.

Pasaron varios días para que la PGR emitiera una orden de aprehensión en contra del corrupto alcalde, cuya soberbia y cinismo llegaron a tal grado que se burlaba de las auditorías realizadas a sus gasolineras.

El combate contra el crimen organizado va en serio y más de un político suda frío por su relación con personajes de dudosa reputación y por sus fortunas hechas al amparo de la impunidad.

El combate contra los huachicoleros ha sido lento pero efectivo, aunque faltan varios funcionarios de Pemex y ex alcaldes que por años brindaron Protección a estos delincuentes.

Y para que no haya dudas sobre el combate al crimen organizado, el pasado 10 de marzo fue asegurado el edil de Atzitzintla, José Isaías Vázquez Reyes, por estar ligado a la banda del Bucanan's, también dedicada a robar combustible.

Desde este espacio un reconocimiento a las autoridades que hacen lo posible por regresarnos la tranquilidad.

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