El Priísta Lorenzo Rivera Sosa aún no tiene luz verde del Partido Revolucionario Institucional, pero sigue alzando la mano para ser el candidato a la gubernatura del Estado, ya se ha salvado de multas por pinta de bardas en diferentes zonas de la entidad y también de realizar algunos actos anticipados de campaña, pero continúa manteniendo acercamientos con la base priísta poblana.
A pesar de no tener el apoyo del Cacique mayor ni de su jefe, el excandidato Enrique Doger y del Revolucionario Institucional, tiene nulas posibilidades de ganar, pero exhorta a los militantes estar listos para afrontar los próximos procesos electorales con orgullo y con la frente en alto.
“El PRI sigue vivo, su corazón está conformado por su militancia y seguirá latiendo fuertemente, tenemos toda la voluntad de competir y de reforzar lo necesario, sin lastres, sin culpas, sin prejuicios”
Aseguró que conoce todos los rincones del Estado y entiende bien la situación que atraviesan los priistas. “De mi parte daré todo para fortalecer al PRI”, expuso.
En este camino en busca por la candidatura a la gubernatura por Puebla, Rivera Sosa se ha propuesto escuchar a la militancia y estar cerca de esta; así mismo ha buscado la reconciliación entre los priistas y ha construido una estrategia electoral para la recuperación del PRI a través de sus liderazgos.
“Mi formación y amor por Puebla me llevan a este camino. Estoy preparado y quiero encabezar un proyecto político incluyente que ayude a cumplir el sueño del Puebla que todos imaginamos”
Por lo que además de buscar alianzas con los diferentes sectores sociales, buscar una oportunidad, pues recalcó que el PRI es el partido que ha dado las bases y que ha sido el cimiento del México que hoy vivimos.