Luis Miguel Barbosa sabe que será gobernador de Puebla y por ello se compromete a actuar de inmediato para impulsar la reconciliación con los poblanos.

Hoy no tiene ninguna necesidad de lanzar discursos incendiarios porque los enemigos no están en Morena.

Barbosa es un hombre cuyo nombre no se le olvida a los poblanos por diversos hechos: en dos ocasiones el morenovallismo le robó la elección y su nombre permea en las mentes por la reciente campaña que hizo.

Es un profesional de la política listo para gobernar y en su precampaña y campaña lo demostrará.

Alejandro Armenta es un eficaz operador político, que ha sido utilizado por el ambicioso Ricardo Monreal, quien cuenta los días para sacar a Lopez Obrador de la silla presidencial.

Y por ello Armenta no ve que Monreal lo usa, porque Monreal quiere sumar a Armenta como su pupilo para negociar mucho más posiciones.

Y la tercera en discordia se llama Nancy de la Sierra, cuyo trabajo político es nulo y su relación marital con el corrupto JJ le resta credibilidad.

Armenta se lució ayer en el inicio de la precampaña, pero en Morena la política se hace de diferente manera.