La organización panista conocida como “El Yunque”, compuesta por mercenarios incrustados en el poder político y económico, no hicieron falta en la reciente elección a gobernador en donde resultó triunfador Antonio Gali Fayad.
Su auto exilio no se notó, pues sin ellos el PAN arrasó a la candidata del PRI Blanca Alcalá.
En Puebla el representante más visible de esa corrupta organización es el ex alcalde Eduardo Rivera Pérez, conocido por solapar durante su administración cobros a contratistas de obras públicas; extorsiones a comerciantes y a los dueños de giros negros, entre otras cosas.
Este santón que se enriqueció descaradamente durante su gobierno, pretende regresar acompañado de su pandilla, con la clara intención de chantajear al grupo político en el poder para que le otorguen una candidatura y espacios para su nocivo grupo.
Por supuesto sabe su valor, pues sin él, que se negó a apoyar la candidatura del gobernador electo Tony Gali, el panismo poblano salió airoso y venció al PRI.
El santón no va solo, pues lo acompañarán viejos amigos suyos que saquearon el ayuntamiento de Puebla como Pablo Montiel Solana; Ignacio Dávila; Miguel Méndez y sus cómplices los ex lidercillos del PAN Juan Carlos Mondragón Quintana y Rafael Micalco Méndez.
Ellos, los yunquistas, los que no afectaron los resultados electorales, quieren regresar para recuperar el tiempo que estuvieron autoexiliados.
Para ellos ya comenzó el 2018 y su estrategia es recorrer las colonias y contactar a los ex líderes de las mismas a las que les llevaron beneficios.