Poco más de 500 personas, madres de familia en su mayoría, iniciaron a las 10:30 horas un recorrido desde el Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia.
A la voz de "Hijo, escucha, tu madre está en la lucha", "Dónde están, dónde están: los 43, los migrantes, los activistas políticos... nuestros hijos, ¿dónde están?, reclamaron a gritos las mujeres mientras avanzaban por Insurgentes y avenida Reforma.
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Para esta ocasión se sumaron las mamás de los 43 normalistas desaparecidos al contingente.
"Sigo amando a mi hijo y lo buscaré hasta el último minuto de aliento que tenga", prometieron las madres a sus hijos ausentes en está sexta protesta en un 10 de mayo en México.
"Las miles de personas desaparecidas y los miles encontrados en fosas clandestinas requieren urgentemente de la atención del Estado en su conjunto; pero no solo no están preparados, sino que además siguen en contra de darle la verdadera dimensión a esta tragedia", señalaron las madres en su posicionamiento leído en el Ángel de la Independencia.
"Venimos a decirles que tienen una deuda permanente con todas las personas desaparecidas; no hay búsqueda, no hay atención integral digna, necesitamos una Ley que este a la altura de las necesidades de las familias y que se apruebe inmediatamente. Ya basta de tanta indolencia del Estado mexicano que nos ha abandonado en nuestro dolor", recriminaron las mujeres.
Siguen desapareciendo personas en todos los estados y las autoridades no hacen nada, insistieron las mujeres y en ello coincidió Amnistía Internacional.
"La forma en como se celebra a las madres en México invisibiliza las otras maternidades, cómo la de estas madres que están en búsqueda de sus hijos y de justicia", aclaró Tania Reneaum Amnistía Internacional.
"Que se de cuenta el estado que aquí hay un montón de gente que necesita verdad y justicia", subrayó Reneaum al recordar que al menos en cifras oficiales se reconoce que hay 26 mil desaparecidos cuyas madres no encuentran.
Juan Carlos Gutiérrez de I(dh)eas, señaló que estas madres no tienen nada que celebrar; hoy siguen buscando a sus hijos y "exigen justicia, verdad y reparación".
"Aquí nos reúne si, el dolor pero también el amor de los que están en ausencia y a quienes queremos de regreso", expresó el padre Carlos Aurelio Ramírez Moreno, a quien le quitaron su templo para dar misa en represalia por su acompañamiento a víctimas de violencia y desaparición pero sigue siendo "sacerdote con licencia de Dios", aclaró.
En esta sexta marcha de la Dignidad Nacional, con madres buscando a sus hijos e hijas, "se expresa uno de los principales problemas y retos del país. No podemos hablar de paz, ni de justicia, ni de desarrollo, ni de democracia mientras no entendamos que las víctimas y sus familiares de han convertido en el actor y la agenda central que reta todo. No se reduce a un tema se seguridad o de una Ley de Seguridad Interna; el reto de México no solo es cómo frenar la violencia, sino como volvemos a potenciar a las víctimas a partir del dolor, en una nueva misión de justicia y no repetición que nos mueva a un cambio estructural", enfatizó por su parte Miguel Álvarez de la ONG, Serapaz.
"Tenemos derecho a la denuncia y a qué desaparezca la impunidad, con gobiernos que nos cuestan muy caros y nos violentan y dividen. Ustedes despiertan nuestra conciencia y nuestro ánimo porque pese a todo no dejan de buscar a sus hijos, las abrazo con mucho cariño a ustedes mamás, hijos, esposos, estamos con ustedes", insistió el Obispo de Saltillo, Raúl Vera.
Julio Mata, de Guerrero, recordó que las desapariciones masivas se dan desde los años 1950 y para los años 1970 se registraban al menos 850 madres sin sus hijos en territorio guerrerense, mientras continúan los posicionamientos de madres y agrupaciones humanitarias al pie del Ángel de la Independencia.